Blog Mágica Infancia

La importancia de los apegos múltiples

«Una familia ampliada, en que otras personas además de sus padres lo quieren, es un lugar donde el niño se siente acogido; donde encuentra con quien jugar; alguien que lo escuche y que lo consuele cuando está triste.

Neva Milicic

Los cambios sociales han impactado en la estructura familiar, las familias tienden a ser cada día más pequeñas -monoparentales-; las tasas de divorcio aumentan; hay más hijos únicos; padres que trabajan en otras ciudades, son una realidad frecuente. Si no se toman precauciones, se puede generar en el niño una sensación de soledad y desprotección. Y a ello hay que agregar el hecho que la interrupción de la tecnología, según algunos investigadores, ha debilitado los lazos familiares y, en consecuencia, que los adultos hablan cada vez menos con los niños.

Bowly, el autor más reconocido en los temas de apego y desarrollo afectivo, señalaba la importancia de tener apegos múltiples para un buen desarrollo emocional. La presencia de los abuelos, tíos, padrinos, primos, aportan una red de sustentación que enriquece el nicho parental, enseña a los niños a interactuar y les proporciona una base de seguridad que los hace sentirse queridos y protegidos.

En una adaptación del test de familia, hace algún tiempo, estoy pidiendo a los niños que dibujen a su familia pintando a cada uno de los miembros haciendo lo que lo hace más feliz. Los resultados no son alentadores, la cantidad de padres y madres frente al computador o al televisor y los niños frente a un iPad, es preocupante. Varios niños han dibujado, en ocasiones, a cada cual en una especie de cubículo, pareciendo más el dibujo de una oficina que de una casa.

En su reciente libro traducido al español: «Cuando un niño se da muerte», Boris Cyrulnik, en el que aborda el tema del aumento del suicidio en niños y adolescentes, el autor sostiene textualmente:

«A la inversa, una familia ampliada puede ser un entorno pobre para un niño: el padre trabaja en el extranjero, la madre desaparece por la mañana y vuelve agotada por la noche. La familia diluida se envía tarjetas postales, cheques, y solo se reúne en Navidad en casa de la abuela. Los niños cuidados, por una nevera y un televisor, se vinculan al mundo afectivo gracias a un teléfono móvil. Se distraen con Internet y juegos de video. Sobre el papel, la familia es muy amplia, pero en las interacciones cotidianas, las que tutorizan la afectividad y enseñan los rituales de las relaciones, estructura un nicho sensorial pobre, incapaz de aportar seguridad» … y un poco más adelante plantea: «La dilución del vínculo es provocada mucho más a menudo por nuestros progresos técnicos que por una deficiencia parental» .

Hace falta toda una tribu para criar un niño -reza el proverbio africano- y es que, sin duda, los sentimientos de pertenencia operan como base de seguridad. Una familia ampliada, en que otras personas además de sus padres lo quieren, es un lugar donde el niño se siente acogido; donde encuentra con quien jugar; alguien que lo escuche y que lo consuele cuando está triste; que lo contenga y lo oriente cuando está en conflicto; donde puede contar sus logros en la seguridad que ellos serán celebrados. En definitiva, la presencia de otros personajes significativos crea un nicho ecológico donde se siente valioso, querido y querible.